martes, febrero 15, 2011

El reino que murió a causa de la televisión

Vivimos ahora una época en que el Internet y las redes sociales están conmocionando gobiernos, monarquías y dictaduras. Ahí tenemos los casos de Wikileaks, Túnez y el más reciente de Egipto. El mundo está cambiado y creo yo que para bien.
Los medios de comunicación libres siempre son necesarios en una sociedad, aunque no todas han tenido –ni tienen- ese privilegio. Una sociedad debidamente informada es más libre, se nutre de las demás culturas y aporta de la suya. Aún así, ha habido algunas que han sabido manejarse bien a pesar de las restricciones o carencias informativas, y hasta se ha dado el caso que ha llegado a ser perjudicial la apertura mediática cuando ésta se ha dado de la noche a la mañana, cuando se han dado cuenta que “su mundo”, el que conocían, no era el único que existía. Eso fue precisamente lo que le pasó al Reino de Bután, aquí la historia.

Ubicación geográfica de Bután

Bután es un pequeño país enclavado en plena cordillera del Himalaya, montañoso, sin salida al mar, ubicado entre China y la India. Este pequeño país budista del tamaño de Suiza y que no llega ni al millón de habitantes, fue hasta hace poco tiempo uno de los lugares más aislados del mundo. El ingreso de extranjeros estuvo prohibido hasta 1980, pero algunos mandatarios de otros países lo habían visitado siempre con permiso del Rey y de manera muy restringida. Cuando decidieron abrir sus puertas y observando los efectos negativos que habían causado al medio ambiente los turistas en el vecino Nepal, decidieron limitar su entrada. Establecieron un número restringido de visados anuales e impusieron una tasa económica –actualmente $ 220- para ingresar, lo que lo ha convertido en un destino de minorías. Para tales efectos, en 1983 Bután inauguraba su primer y hasta ahora único aeropuerto en las afueras de la ciudad de Paro.


En este curioso estado, el único en el mundo que no cuenta con semáforos ni cajeros automáticos, la mayoría de habitantes carece de apellidos ya que ese es un privilegio reservado sólo para la familia real. A los niños se les ponen nombres –dos o tres- que nada tienen que ver con los de los padres, y que además, se usan indiferentemente para hombres y para mujeres.
Aquí las mujeres tradicionalmente siempre han tenido más derechos que los hombres, de hecho, ellas son las propietarias de las tierras y son ellos quienes realizan las tareas domésticas y elaboran los trajes tradicionales.

Monasterio Tashichhoedzong en Thimphu

En el año de 1999, el soberano de Bután, Jigme Singye Wangchuck, más conocido como el Cuarto Rey Dragón, levantó la prohibición que pesaba sobre la televisión y el Internet, convirtiéndose así en el último país en introducir la televisión. Además de éste propició numerosos cambios, abolió la ley que penaba como delito el mirar directamente a los ojos al monarca y redujo las nueve reverencias obligatorias a una sola.

Jigme Wangchuck, el Rey que introdujo las reformas

La idea del Rey era preparar a su pueblo para una apertura gradual al exterior, pero sin alterar sus raíces ni costumbres, es por eso que hasta ahora por ley, todo el mundo debe vestir con la indumentaria tradicional que se estila desde el siglo XIV.
Pero su mayor desafío y algo que lo hizo muy conocido en el mundo occidental, fue su propuesta de buscar la Felicidad Interior Bruta (FIB) en contraposición al Producto Interno Bruto (PIB), entendiendo el sistema como un todo y partiendo de que valores subjetivos como el bienestar y la felicidad son más importantes que valores objetivos como el consumo, algo fuertemente defendido por quienes tienen raíces budistas y rechazan el desarrollo occidental si no aporta perfeccionamiento emocional y espiritual.

El Monasterio Takshang o "Nido del tigre"

Pero como les contaba, en 1999 el rey decidió regalar a su pueblo una nueva ventana al mundo, la televisión, pero nunca se imaginó los dramáticos cambios sociales que podrían producirse en gente que ni siquiera estaba acostumbrada a ver turistas.
Ahora, después de más de una década parece no haber sido tan buena idea abrirle de golpe los ojos al mundo a un pueblo inocente y sano como el de Bután. Las estadísticas oficiales muestran que el crimen, el alcoholismo, la violencia y los embarazos no deseados entre los adolescentes han aumentado después de la llegada de la televisión.
La delincuencia sigue siendo insignificante comparada con una gran ciudad europea, pero cada vez más padres tienen que ir a las comisarías a buscar a sus hijos que han sido sorprendidos robando cosas que antes jamás habían deseado y que la tele ha convertido en necesarias: desde el último celular hasta la camiseta de un jugador de la liga inglesa.
Aquel vestuario típico -el batín (gho) de los hombres, la falda larga (kira) de las mujeres- que todavía le dan al país ese ambiente de reino medieval anclado en el pasado, está siendo sustituido por los jóvenes cada vez con mayor frecuencia por jeans y minifaldas para asistir los fines de semana las discotecas. Y es que la capital, Thimphu, se llenó de negocios de diversión nocturna debido a una población extremadamente joven, ya que el 70% de los habitantes es menor de edad, jóvenes que están creciendo al ritmo de los raperos de MTV.

La mayoría de padres están preocupados por sus hijos, aunque no saben cómo hacer frente a una realidad que ellos no vivieron ni disfrutaron. Por ejemplo, en Bután durante décadas se ha utilizado la marihuana para alimentar a los cerdos porque les abre el apetito y engordan, pero ahora los jóvenes se la fuman, a pesar de que está prohibido fumar. De hecho, Bután es el único país del mundo donde el tabaco está completamente prohibido.
Los cambios culturales aunque de a poco, son significativos; aquella imagen de la mujer fuerte y trabajadora, rubicunda y vigorosa ancestralmente reverenciada y respetada, ahora es considerada fea mientras las chicas jóvenes acuden a los nuevos centros de belleza que les ofrecen una espigada figura occidental.

Vista de Thimphu, la capital

A pesar de todo este fenómeno cultural, en 2007 Butan fue la segunda economía de más rápido crecimiento en el mundo. La educación, gratuita y en inglés, llega a todos los rincones del país. En un estudio realizado en 2005, el 45% de los butaneses declaró sentirse “muy feliz”, el 52% reportó sentirse “feliz” y sólo el 3% dijo no ser feliz.

Quizá apesadumbrado por el inesperado rumbo que tomó la situación, el Rey decidió democratizar su reino, eliminar todos los poderes reales y acogerse a una nueva Constitución. Para poder hacer frente al nuevo estilo de gobierno, un comité especial estudió más de 100 constituciones extranjeras. Después se quedaron con una veintena. Entre ellas, una les inspiró especialmente: la española, ya que cuenta con una monarquía constitucional.
Entregaron un borrador después de 10 meses, que se colgó en Internet para que lo vieran los ciudadanos y el mundo exterior. Recibieron y fueron bienvenidos comentarios de todo el mundo, de intelectuales, universidades, organizaciones de derechos humanos. Estudiaron todo eso, hicieron otro borrador y éste se distribuyó al pueblo.

El 24 de marzo de 2008 se celebraron las elecciones parlamentarias y el 18 de julio se aprobó una Carta Magna en la que no existe la pena de muerte y cuyo artículo 9.2 establece: "El Estado se esforzará en promover las condiciones que permitan la consecución de la felicidad interior bruta".
Después de todas estas reformas, el cuarto Rey Dragón abdicó al trono en favor de su hijo Jigme Khesar Wangchuck de 25 años, aunque claro, este traspaso era ahora solamente un acto simbólico.

«La monarquía no es el mejor sistema de Gobierno. Tiene muchos fallos», dijo el Rey saliente, abrazando un mensaje republicano que resonó en los palacios monárquicos de todo el mundo. «No es justo que la suerte, que el futuro de un pueblo, dependa de tener en el trono a un heredero capaz o incapaz de gobernar».

Fuentes y referencias:
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7

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26 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Un experimento sociológico impagable.

Más claro el agua.

Saludos.

Lara dijo...

Bueno, no estoy yo muy segura de que el mundo esté cambiando a mejor.
Besitos Carlos muuuuackssss!!!

esteban lob dijo...

Enaltecedor gesto de humildad de un rey, el reconocer sus limitaciones para conducir a su pueblo a la felicidad.
Interesante tema sobre una monarquía que generalmente no es noticia en los medios de todo el mundo.

Johan Daniel Estrella dijo...

Las cosas medibles de forma "objetiva" como el consumo en la economía, no pueden opacar valores tan importantes como la Felicidad o el Bienestar que son ciertamente "subjetivos".

Si bien es cierto que el dinero ayuda (de gran manera), pero no lo es todo en la vida y precisamente vemos que en caso de Bután, la pérdida de esos valores degeneró en el empobrecimiento pero no económico, sino de la calidad del "ser humano".

Como dice la publicidad de una tarjeta de crédito, "hay cosas que el dinero no puede comprar", y esas cosas son justamente las más importantes.

El dinero puede comprar una hermosa cama pero no puede comprar "descanso". El dinero puede comprar libros pero no "inteligencia", ni mucho menos "sentido común".

Así que viéndolo de ese modo, por más dinero que existiese, realmente el dinero pierde su valor si es que no aporta al crecimiento del ser humano.

;-)

Belén dijo...

Tampoco es que la Tv dé mucha información pero el peligro de tenerla es saber digerirla...

Bonito post

Besicos

Gabriela dijo...

No debe ser muy fácil digerir de golpe tantos cambios.
Saludos desde Lima.

Obligatorio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
h,qujftfj,h.qut dijo...

«No es justo que la suerte, que el futuro de un pueblo, dependa de "que se presenten a las elecciones candidatos" capaces o incapaces de gobernar».

S O S dijo...

Carlos, excelente post!...me dejó la sensación de que el espíritu de las personas es más omportante que el sistema de gobierno....creo que les iba mejor antes, no?
saludos y felicitaciones por tu espectacular Blog.

MARCRISPA dijo...

Qué informe!!!
Lo que más me llama la atención es cómo hicieron hasta 1999 para evitar que la población viera tv??!!!
No podían comprar el receptor?...
es la única forma que me imagino...

Saludos Carlos, siempre un placer visitarte

GABU dijo...

Cuanta claridad junta supo tener el soberano para con su pueblo!!!

P.D.:Aunque se me hacen dudosos tantos cambios juntos en gran medida positivos y pensados hacia los ciudadanos,como reza el dicho: "cuando la limosna es grande,hasta el santo desconfìa" ¬_¬
jajajajajajajajaja

MIS BESITOS INFINITOS CABALLERO =)

.melo dijo...

Muy bueno el artículo.

Una acotación. En Myanmar (Birmania) tampoco hay cajeros automáticos

S. Herrero dijo...

Un rey que decide abdicar por el bien de su pueblo (sin mediar presiones/revoluciones) es el rey que debería quedarse.

El hecho de que mire por los demás antes que por el debería convertirle, como mínimo, en vigilante de los gobernantes.

kitzOgen dijo...

Esto sobre este "país de las montañas" ni me había enterado
salud

agustin dijo...

Excelente entrada como siempre. Maurice Druon, en los reyes malditos apunta: (en palabras aproximadas) que también la democracia es una suerte de lotería. La monarquía es una lotería genética pero la democracia también depara incertidumbre sobre la capacidad el elegido.

Endivio Roquefort I dijo...

Los comentarios que ayer quise agregar, terminaron acá. Un saludo.

Cristina dijo...

¡Me encanta el artículo! Creo que voy a escribir al nuevo rey de Bután a ver si me aceptan como ciudadana. Está claro que la televisión y la publicidad capitalista son enemigas del sentido común. Me ha llamado especialmente la atención lo de los robos. Antes los jóvenes no necesitaban esas cosas. Ójala más gobernantes fueran tan lúcidos como el anterior rey de Bután, pero claro, los demás se han criado con la tele.

pollablog dijo...

muy buen articulo, muchas gracias!

j_major dijo...

el rey era muy bueno, no se porqué tuvo que renunciar: pudo haber seguido al frente de las reformas.
pero afortunadamente el nuevo rey siguió y profundizó los cambios con muy buen juicio. el buen juicio no suele ser frecuente en reyes jóvenes.
Esperemos que los cambios sean para beneficio de la población.
Hey! debieramos tener relaciones diplomáticas con ellos: ellos y su felicidad interna bruta y nosotros con el buen vivir, ja!

beatriz dijo...

me parece bastante triste que en lugar de servir para los propositos que se le suponen a la tv, internet, etc....sirvan para todo lo contrario. Soy del "XIX", apesar de estar aqui,escribiendo en ¿donde?, creo que habria sido mejor para ellos seguir como estaban. No puedes echar en falta, ni necesitar aquello que desconoces. No es necesario saber tanto, ni conocer tantas cosas para ser feliz. Esta claro y creo que demostrado, que la sociedad de consumo no es precisamente la panacea. Todo con moderación...un poquito de vez en cuando...y...a seguir.

johnfex dijo...

te felicito por tu blog, además quiero agradecer a todas las personas que escriben en tu blog, que se ve si saben escribir, no como toda las otras gentes que hablan en idioma resumeriano, jeje, saludos....

juanelelibre dijo...

Excelente tema sobre Bután, y muy buenos temas puedo encontrar en tu blog, saludos desde el Perú

Lotus White dijo...

Parece que hay un error de redacción.

En el párrafo de:

"entendiendo el sistema como un todo y partiendo de que valores subjetivos como el bienestar y la felicidad son más importantes que valores objetivos como el consumo, ALGO fuertemente defendido por quienes tienen raíces budistas".

Por la gramática se da a entender que "algo" fuertemente defendido es el consumo.


Y, sigue siendo Reino. Monarquía Constitucional con Sistema Parlamentario y Estado Unitario, pero, sigue siendo claramente Monarquía. Tiene Rey y Primer Ministro, como UK.

Incluso en el nombre está. El país se llama Reino de Bután.

Jorge Saldarriaga dijo...

A mi parecer el rey no debió abrir tan de golpe la apertura a los medios, debió hacerla de forma gradual para que la población fuera capaz de digerir lo que le estaban presentando

efren alvarado dijo...

algo que me llama especialmente la atencion es que no se mencionó que la television actual, es decir las televisoras que tienen el negocio de programar y difundir producciones tiene una intencionalidad muy clara que se traduce en un mensaje poderosamente encubierto,, para no sonar tan paranoico dire solamente que la television y sus dueños tienen intereses afinidades y eligen que hacer para el bien de su negocio

hekeisda dijo...

no existen hijos no deseados, solo mujeres incapaces de asumir el reto de ser lo que son

 
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