El Bar Troubadour situado en el boulevard de Santa Mónica en Los Ángeles, siempre era un escenario obligado para los cantantes de los años 70, una especie de pequeño santuario donde los clientes ávidos de nuevas voces iban incrementando con el tiempo. Era un mítico escenario del nacimiento o consolidación de grandes estrellas de la música como Elton John, quien tuvo en el Troubadour su primer concierto en Estados Unidos y ahí se presentaron también en sus inicios The Byrds, Eagles, Joni Mitchell, David Crosby, Miles Davis y muchas otras leyendas de rock, el folk y el jazz. Ya en los ochenta, el lugar se convirtió en punto de referencia del heavy metal donde hicieron sus primeros pininos unos desconocidos Guns ’N Roses.
A inicios del año 74, John Lennon se encontraba separado de Yoko Ono y mantenía un tórrido romance con su secretaria May Pang. La noche del 12 de marzo la feliz pareja junto a su gran amigo, el cantante Harry Nilsson, se dirigieron hacia el bar Trobadour y se acomodaron en la zona VIP, donde se encontraban también otras celebridades como Pam Grier o Peter Lawford, y pidieron tres Brandy Alexander.
Quienes estaban a punto de salir al escenario eran los Smother Brothers. Hicieron su aparición, y cuando los aplausos cesaron, aún podía oírse a John y a Harry cantando escandalosa y desafinadamente. Lennon alternaba la letra de su canción gritando obscenidades y de vez en cuando, se lo escuchaba gritar: “¡Si, soy John Lennon!”.
Varios testigos informaron que el club estaba repleto y que todo el mundo gritaba "¡Sácalo de aquí!". Enseguida May Pang abandonó voluntariamente el lugar.
Ya afuera, en el boulevard (de acuerdo a una demanda presentada contra Lennon por asalto y agresión), una mujer llamada Brenda Perkins de 40 años, tomó una foto de Lennon desde una distancia de un metro a metro y medio. La denuncia decía: “El acusado golpeó a Brenda Perkins con la mano, introduciéndole el dedo pulgar en el ojo, y posteriormente la persiguió.”
Otro que presentó una denuncia fue Gary Lewis, de 21 años, quien llamó a la revista Rolling Stone nueve días después del incidente para vender las fotos que había tomado a John Lennon esa noche. “Lennon intentó atacarme, yo me quedé petrificado y logró golpearme”, dijo Lewis, y de la fotógrafa Brenda Perkins dijo “es una fanática de las estrellas y muy amiga mía. Ella también fue agredida”.
El abogado de ambos paparazzis era Michael Kaufman, quien presentó la demanda civil en la Corte Superior de Los Ángeles, pidiendo una indemnización de $ 2.000 más gastos de representación de $ 10.000 por cada cliente. Ambos, dijo Kaufman, fueron tratados por lesiones menores en los hospitales de emergencia. El abogado dijo que había estado en contacto con las partes que representaban a Lennon y que se vislumbraba una posible solución.
León Wilde, el abogado de Lennon en el caso de inmigración (Lennon también estaba apelando una posible deportación de los EE.UU.), se puso en contacto antes de la decisión del fiscal de Los Ángeles y dijo que no creía que el incidente afectaría su caso migratorio, a menos que haya un enjuiciamiento penal. Una demanda civil por daños y perjuicios no crearía ningún problema.
Después de dos semanas de investigacionnes, el fiscal de Los Ángeles anunció que no había cargos para imputar a Lennon.
La noche después del incidente en el Trobadour, llegaron dos arreglos florales al bar. Uno de claveles blancos con una tarjeta dirigida al dueño del Troubadour que decía:
“Para Doug Weston y su personal: Por favor, acepten estas flores como muestra de agradecimiento por la forma en que manejaron una situación embarazosa. Pedimos disculpas por la escena. John Lennon y Harry Nilsson."
El segundo arreglo floral era de crisantemos, y estaba dirigido para los Smothers Brothers:
“Tom y Dick: Les rogamos aceptar estas flores como un gesto de paz y pedimos humildemente perdón por nuestros malos modales. Amor y lágrimas, John y Harry.”
De ahí en adelante, cada vez que se presentaban los Smothers Brothers, solían bromear y referirse al incidente de aquella noche: “John Lennon y Harry Nilsson tienen derecho a interrumpirnos cuando quieran", decían. "Para ser tan talentoso como ellos, hay que tener un lado oscuro. Nosotros nunca hemos sido chicos malos, así que que nunca seremos tan talentosos”.
Años más tarde Harry Nilsson recordaría: “Aquel incidente arruinó mi reputación durante una década. Esas son las consecuencias emborrachar a un Beatle”.
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Fuentes y referencias:
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6 comentarios:
Todos tenemos un pasado oculto.
Saludos.
Esta anècdota de LENNON me la enterè hace poquito y me parece genial por lo divertida!!!
jajajajaajajajajaj
P.D.:Ademàs de un pasado oculto,tod@s tenemos derecho a tener una vida,a pesar de ser personas pùblicas,no??
BESITOS ESCANDALOSOS
Bueno, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra, jajajaja...
Besitos Carlos muuuuackssssss!!!
Bueno, es que Lennon tiene la fama de buen chaval y era malote,maloteeee
Besicos
Leer esto hoy en día resulta sumamente simpático.
Besitos Carlos.
Demuestra, Carlos, que los grandes son igualmente humanos... a veces "en exceso".
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