domingo, mayo 30, 2010

Con el cráneo al aire


Esta foto fue tomada en 1890 y muestra a Robert McGee, quien fuera el único sobreviviente de una caravana que sufrió el ataque de indios norteamericanos, para quienes el mayor trofeo de guerra era llevarse el cuero cabelludo del enemigo.
Era el verano de 1864 en algún lugar de las llanuras del oeste de Kansas. Una caravana de comerciantes llevaba suministros hacia Port Union, Nuevo México, y como usualmente lo hacían, se detuvieron para cenar y pasar la noche.
En la oscuridad fueron atacados por una tribu Sioux presuntamente liderada por el famoso jefe indio Little Turtle. Todos los miembros de la caravana fueron torturados y ejecutados de forma espeluznante.
Al día siguiente un grupo de exploradores encontró el sitio de la masacre y pudo socorrer a Robert McGee que había sobrevivido milagrosamente pero se encontraba en muy malas condiciones. Para esa época Robert era un muchacho de apenas 13 años que se desempeñaba como arriero de caballos. Le habían arrancado toda la piel de la cabeza y tenía dos flechas incrustadas en su espalda.
Fue llevado inmediatamente hacia la caravana más cercana para que pudieran hacer algo por él, donde se recuperó poco a poco para convertirse en una de las pocas personas que han quedado vivas luego de ser arrancadas el cuero cabelludo.
Debido a las limitaciones de la medicina hace 150 años, Robert McGee debió resignarse a vivir de esa forma, utilizando eso sí, siempre su sombrero. En la foto que vemos, McGee ya llevaba viviendo más de 25 años mostrando los huesos del cráneo.
No está claro si los de su gran barba fue para compensar el incidente...

Fuentes:
Old Photos, Lisa's History Room

16 comentarios:

marialerondon dijo...

Hola Carlos, llevo casi un anio siguiendo tu blog, y esta es la primera vez que hago un comentario. Este es solo para darte las gracias por las cosas interesantisimas que publicas aca, y para pedirte que por favor no dejes de hacerlo.
Mil gracias!

Lara dijo...

Qué fuerte ¡madre mía!

TORO SALVAJE dijo...

Que majos somos los humanos.

Saludos.

Cecy dijo...

Increíble!

No dejo de sorprenderme acá.

Besitos querido Carlos.

Javier dijo...

sorprendente...

Dragonfly dijo...

Ay que horror. Para mi, la cabellera es algo tan importante, que no me imagino teniendo que sufrir algo así.

Besos :)

Alí Reyes H. dijo...

¿De dónde sacas cosas tan extrañas, pana?

Belén dijo...

Madre mía, que heridas, eso si que eran heridas de guerra...

Besicos

GABU dijo...

Que espantoso debe ser ir por la vida mostrando esa herida!!!!

P.D.:Los seres humanos de este mundo creo que jamàs dejaremos de ser tan sensacionalistas...

BESITOS CÀLIDOS

Abril Lech dijo...

Me duele de solo mirarlo... y además parece mas un dibujo que una foto. Horrible experiencia...

radicaLibre dijo...

spooky!

seraquenoseve dijo...

SÓlo se me ocUrre una cosa:

AUUUUCH!!!

Argifonte dijo...

Hola Carlos,

Ayayayay qué historia...

Pero he oído que eso de los cueros cabelludos es más bien una leyenda antigua, como para asustar chicos.
Pero en realidad no lo sé a ciencia cierta.

Gracias por las historias.

:)

Jesús Garrido dijo...

Curioso lo que dices, no más por ahora.

Gabiprog dijo...

Bueno...
Ahora busco la entrada de los castrati y ya me pongo nervioso de todo!!!

;-)

pilar mandl dijo...

Me ha parecido muy interesante... y la foto con mucha calidad.
¡Gracias!

 
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